Formación reticular La formación reticular, o RAS, es una extensa red de neuronas que abarca la médula espinal y el tronco encefálico. Envía una multitud de proyecciones al cerebro anterior y el tronco encefálico, y algunos de ellos median los distintos procesos cognitivos y fisiológicos. El RAS se puede dividir sagitalmente en dos divisiones principales: la RF medial y la RF lateral. El RF lateral se encuentra cerca de los núcleos motores de los nervios craneales, y su actividad controla su función. La RF medial, por otro lado, tiene largas fibras ascendentes y descendentes que se proyectan en diferentes áreas del cerebro anterior y el tronco encefálico. El tejido conectivo reticular es un tipo de tejido conectivo que se encuentra en algunos órganos y tejidos, incluidos el hígado, la médula ósea, el bazo, los ganglios linfáticos y la retina del ojo. Se asemeja al tejido conectivo areolar, pero su matriz está hecha solo de fibras reticulares, que aparecen como redes delicadas en materia gris con tinción especial. También se conoce como el sistema reticular-hipotalámico (RFH), y controla el relé talamocortical. Además, el RFH regula una serie de funciones endocrinas, que incluyen presión arterial, coagulación de la sangre y ritmos circadianos. El grupo lateral de núcleos reticulares incluye el núcleo paragigantocelular lateral (LPC), el núcleo reticular pontino caudal y el núcleo magnocelular. El LPC es responsable de inhibir los músculos extensores axiales excitadores, mientras que el PLC está involucrado en la estimulación de las células adrenérgicas A1 y A5. Por último, el magnocellularis contiene las células noradrenérgicas A2 y A5, así como los tipos de células colinérgicas CH5 y CH6.